HUBO NOCHE GRANDE EN NERVION

La noche del Schalke, la de Osasuna, los derbys, el PAOK, el Arsenal y hoy la del Valencia, con sufrimiento, con agobios, por que no, pero a lo grande como le gusta a la aficion del Sanchez Pizjuan y hasta el final.

Un defensa llamado a ser el mariscal de la zaga nervionense, Schillaci, a falta de 3 minutos nos ha dado el pase a semifinales de la Copa del Rey aun empezando el partido con un severo palo en forma de gol y marcado por un ex-jugador y canterano, mas no puede doler a un sevillista el gol de Carlos Marchena en el minuto 7 de encuentro.

Hubo momentos de decir esto recuerda a partidos en los que se han perdido puntos por el agobio de encontrar el juego o porteria, vease Racing de Santander, a mi me ha demostrado lo de hoy que cuando se quiere, se puede y hoy el Sevilla, mi Sevilla de mi alma ha querido.

Como dije el palo del gol inicial, fallo en defensa en otro tiro a balon parado, hay que trabajarlo, poco a poco iban apareciendo los baluartes de este equipo, buen cambio de Capel por Adriano, esperemos que no sea nada para el de Curitiba, empezo a dar alas y a sentirse mas en su sitio a Navas y Kanoute fue cogiendo el ritmo, hasta que el malí cabeceo a la meta del debutante Cesar y este no llego a parar el balsamo que necesitaba el conjunto de Manolo Jimenez, recuerdo 3º en Liga y semifinalista de Copa del Rey, lo mismo que otros pero antes de tiempo.

Tras ese gol, llego la agonia hacia la meta che y cuando se veia cumplido el hilito de esperanza, que hoy se puede decir con mas ganas, es lo ultimo que se pierde, un barullo en el area valencianista, lo cogio el frances Schillaci, pedazo de temporada, para batir las mallas del equipo de Emery y ponernos otra vez en unas semifinales de Copa del Rey.

Sera ante el Athletic de Bilbao de Joaquin Caparros, por cierto recordad el año de la Copa ante el Getafe, se sufrio en Cuartos ante el Betis y marco Kanoute, en semifinales jugo ante el conjunto que entrenaba Caparros y en semifinales de hace dos años estaba el Barca ante un modesto, pues comparad y permitirse soñar.